Marimar Torres ofrece una cata magistral de sus vinos en el Salón Gourmets

Marimar Torres, cuarta generación de la Familia Torres y propietaria de Marimar Estate, ha presentado sus vinos californianos en el Salón Gourmets, celebrado esta semana en Madrid. Ante unas cincuenta personas y acompañada del sommelier Sergi Castro, Marimar ha desgranado los secretos de elaboración de las seis referencias que comercializa en España, todas ellas de producciones limitadas: Albariño 2016, su primer vino elaborado con variedades españolas, los chardonnays Acero y La Masía de la añada 2017, y los pinot noirs La Masía, Mas Cavalls y Cristina de la añada 2014.

Según Marimar, que se instaló en California en 1975 y empezó a elaborar vino a finales de los ochenta en Russian River Valley, su bodega tiene cinco aspectos diferenciadores que la hacen única: en primer lugar está la familia, cuyo legado se ha transmitido de generación en generación y en su caso, y por primera vez, pasará de madre a hija; en segundo lugar, su conexión con España, su tierra natal – de ahí su apuesta por plantar variedades españolas; a continuación, la gastronomía, que enaltece los vinos y está siempre presente en sus eventos, en tanto que experta cocinera y autora de varios libros de cocina; en cuarto lugar, la sostenibilidad – Marimar Estate cuenta desde 2017 con la certificación de sostenibilidad que otorga la California Sustainable Winegrowing Alliance; y por último, sus perritos, los English Springer Spaniels que han sido las mascotas de Marimar desde principios de los ’90 y que han servido de inspiración para las tres grandes estatuas que dan la bienvenida al visitante a su llegada a la bodega. 


La historia de Marimar como viticultora y bodeguera afincada en Estados Unidos empezó en 1986, cuando plantó el viñedo Don Miguel, llamado así en honor a su padre, en Russian River Valley, a 15 km del Océano Pacífico. Luego adquirió una segunda propiedad, en Sonoma Coast, más cerca del mar, y plantó el viñedo que bautizó con el nombre de su madre, Doña Margarita. Su primer vino, un chardonnay fermentado en barrica, de la añada 1989, salió al mercado dos años más tarde. Y a éste le siguió su primer pinot noir. En 1992, construyó finalmente una bodega al estilo de una masía catalana.

Marimar ha empezado la cata del Salón Gourmets con el Albariño 2016, del viñedo Don Miguel, que se caracteriza por sus suelos limo-arenosos. Según Marimar, “es un vino fiel a la variedad pero tocada por el sol de California, que lo hace más redondo, con mucha fruta, elegancia y una intensidad aromática que sorprende”.

A continuación, se han catado los dos chardonnays, Acero 2017 y La Masía 2017, ambos del viñedo Don Miguel. El primero busca la expresión más pura de la variedad, sin entrar en contacto con el roble. “Con este vino, quería mostrar la fruta tan extraordinaria que nos proporciona el terroir de Russian River Valley, que se expresara por sí sola, sin interferencias”, ha señalado Marimar. El resultado es un vino agradable que destaca por su opulencia frutal, frescor y equilibrio. El segundo, en cambio, envejece sobre sus lías durante nueve meses en barricas de roble francés  y esto le da una sensación de cremosidad y elegancia, con una buena integración de la madera. Según Marimar: “Dedicamos mucha atención a la selección clonal de las variedades y también a la selección de barricas, para conseguir el perfil de vino que queremos hacer, realzando sobre todo la fruta”.


La cata de los tintos ha consistido en tres pinot noirs de la misma añada, la 2014, pero de estilos diferentes. La Masía procede del viñedo Don Miguel y ha envejecido unos 11 meses en barricas de roble francés (40% nuevas) y más de tres años en botella. Marimar lo describe como “un vino alegre, sabroso, sutil en boca pero opulento al mismo tiempo y muy equilibrado”. Contrasta con el estilo más borgoñés y complejo de Mas Cavalls, que procede del viñedo Doña Margarita, en Sonoma Coast, donde las temperaturas son más frías y la influencia del océano más notable. Aquí, las uvas se cosecharon una semana más tarde en relación con la pinot noir del viñedo Don Miguel y el vino envejeció durante un periodo similar a La Masía pero con un mayor porcentaje de barrica nueva.

Cristina es el vino icono de Marimar al que quiso poner el nombre de su hija y futura heredera de Marimar Estate. “En 2002 decidí hacer un vino especial y por ello decidimos seleccionar las barricas de los clones de pinot noir que mejor reflejaban el terroir y la personalidad del viñedo Don Miguel”, ha señalado la bodeguera. Es un vino que envejece unos 18 meses en barrica, y más de dos años en botella, y tiene una gran capacidad de envejecimiento.
  • Imágenes cortesía de asesoría de prensa

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