SALLÉS HOTEL PERE IV YA LUCE NUEVA IMAGEN TRAS SU RENOVACIÓN INTEGRAL

Barcelona, la duodécima ciudad más visitada del mundo en 2017, es un destino ideal tanto para el turismo leisure, que busca descubrir sus múltiples atractivos turísticos, como para el sector MICE, que encuentra en ella el lugar perfecto para todo tipo de reuniones, convenciones y eventos. 

Para satisfacer las necesidades de ambos sectores, la cadena Sallés Hotels emprendió hace dos años la renovación integral de su establecimiento en la Ciudad Condal: Sallés Hotel Pere IV 4*. Perfectamente ubicado en el 22@, el distrito más emergente, próximo a las principales arterias comerciales, a sólo quince minutos andando de las playas que unen el Puerto Olímpico y el Forum, y del CCIB (Centre de Convencions Internacional de Barcelona), el hotel ha realizado una minuciosa y cuidada restauración de todas sus instalaciones que lo convierte en una excelente opción para quienes desean disfrutar del ocio vacacional o bien acudan por motivos laborales. 

La originalidad de este hotel empieza por su propia estructura, ya que el acceso a sus ocho plantas, además de por ascensores, puede realizarse paseando a través de una majestuosa escalera curva que recuerda las rampas de un parking. Ello se debe a que ha respetado el origen del edificio, que antes de transformarse en hotel acogía un concesionario de la firma SEAT.

Sus 195 habitaciones repartidas en cuatro tipologías –136 dobles, 33 triples, 22 familiaries y 4 junior suites– lucen ahora relajantes colores arena y blanco roto en sus paredes; y las de las cuatro plantas inferiores, las más recientes, cautivan por el papel pintado con motivos florales que arropa la cabecera de las camas. Todas están equipadas con televisión de 49’, minibar, caja fuerte, kettle para té e infusiones, albornoz y zapatillas. La mitad de los baños están dotados de bañera y la otra mitad de ducha, con el innovador detalle de un reloj digital integrado en el espejo antivaho.  Además, 29 de estas habitaciones disponen de terraza con vistas al Tibidabo y a la Torre Agbar.

El Spa ha sido objeto de una total transformación, sustituyendo el antiguo jacuzzi por una amplia piscina con chorros. Completan esta zona termal la sauna finlandesa, baño de vapor, cueva del sal del Himalaya, cuatro duchas –secuencial, tropical, nebulizante y efecto lluvia– y pediluvio, otra novedad. También novedosa es la incorporación de un área de masajes y tratamientos, entre ellos el de Envoltura de termoalgas, Vinoterapia, o los masajes con Piedras Calientes o con Pindas. Con cada reserva se ofrece una entrada gratuita al Spa.

Un buen complemento a esta zona de relajación, para todo aquel que desee descargar adrenalina y mantener la forma, es el gimnasio, dotado de un aparato cardiovascular, cinta para correr, bicicleta elíptica, banco de pesas y bicicletas estáticas.


Restauración y salones

Descanso nocturno y relax deben estar bien combinados con una buena oferta gastronómica, como la que ofrece su restaurante Garum (nombre tomado de una salsa de la antigua Roma), frecuentado por muchos ejecutivos que trabajan en el 22@. Con capacidad para 70 comensales, su reconocido chef, Juan Antón, apuesta por una cuidada cocina fusión entre los sabores meditarráneos y la creatividad catalana. Así, en su carta encontraremos delicias como ‘Humus de berenjenas ahumadas con nachos’, ‘Wok de pollo tandoori massala con verduras y setas’ o ‘Suquet de rape con mejillones, gambas y alioli’. También dispone de un menú de mediodía por 17,50 euros.

Para el turismo MICE el hotel tiene habilitados cuatro salones: Mare Nostrum, panelable para transformarse en dos, con capacidad para 110 personas en disposición teatro; Calipso, para 60 personas, y Barcino, para 40. En todos ellos está incluido en el precio: audiovisuales, pantalla, proyector, micrófono, material de escritura y aguas. Un valor añadido de estos salones es la luz natural de todos ellos, por su ubicación en el hotel.

El Sallés Hotel Pere IV también es escenario ideal para producciones audiovisuales, de publicidad y fotografía, gracias a su original azotea vintage. Y en sus cercanías está una de las salas de concierto de referencia para música alternativa, y discoteca con cinco clubs, Razzmatazz, cuyos artistas suelen alojarse en este establecimiento barcelonés de la cadena Sallés Hotels.

  • Imágenes cortesía de asesoría de prensa



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