Montroig
del Camp guarda mucha historia en sus retinas, además de poseer enclaves como
la ermita de la Mare de Déu de la Roca o la bella iglesia de Sant Miquel,
también fue el lugar donde el artista catalán, Joan Miró, pasó gran parte de su
vida y se inspiró en innumerables ocasiones con sus paisajes y su gente, y
donde se encuentra uno de los campings más reputados de Cataluña: Playa Montroig.
Tras
55 años de vida, el camping tarraconense creció paralelamente a la carrera de
Miró, que por aquel entonces ya era uno de los artistas más consagrados y
representativos del surrealismo. Teniendo a Cataluña siempre presente en sus
obras, el artista creó algunas que forman parte de la historia del arte: El carnaval del arlequín, Mujer, pájaro y
estrella o La masía, son algunas de las más representativas.
Cada
uno en ámbitos separados, camping y artista han cosechado reputados premios a
lo largo de su trayectoria, siendo ambos grandes referentes en sus respectivos
escenarios. Así pues, en el pueblo tarraconense se pueden visitar en la
actualidad tanto la masía donde Miró pasó largos veranos como el Centre Miró,
dedicado a su vida y sus obras, y la mejor opción para alojarse en una visita
al pueblo, es sin duda el Camping Playa Montroig.
Situado
a apenas 15 minutos en coche del centro del pueblo donde se ubican los
distintos enclaves dedicados al pintor, y ubicado en primera línea de un mar
por donde Miró paseaba largo y tendido buscando la inspiración.
Durante
muchos años, Miró pasó largas temporadas en el pueblo tarraconense de Montroig
del Camp, ya que su padre adquirió una masía en 1910. Desde los 18 hasta los 83
años, el artista acudía asiduamente a Montroig para inspirarse y crear algunas
de sus mejores obras. Fue allí donde empezó su amor por la pintura y donde
desarrolló sus primeros lienzos, y son muchos los trabajos dedicados a este
bello enclave al oeste de Tarragona. Huerto
con asno, Montroig, la iglesia y el pueblo, Playa de Mont-Roig o La masía, son
una muestra clara de esa inspiración paisajística y social que vivía Miró en
sus estancias en Montroig del Camp.
En
aquella masía, había llegado a invitar a grandes amigos suyos como: Ernest
Hemingway, Alexander Calder o Josep Lluís Sert, por lo que la estima que tenía
a esas tierras eran muy profundas. De hecho, junto a Mallorca y Barcelona,
Montroig formó su triángulo vital y llegó a decir: “Montroig es para mí como
una religión”.
En
la actualidad, la masía donde vivió Joan Miró se ha restaurado tras un largo
proceso y sirve como museo donde poder ver algunas obras del artista y su
historia y trayectoria. Además, en la Iglesia Vieja del pueblo, se encuentra el
Centre Miró, un gran centro que recorre la vida que el artista llevó en el
pueblo del que fue declarado hijo adoptivo y merecedor de la medalla de oro de
la villa, además de tener una plaza en su nombre, al lado de la iglesia donde
se encuentra su centro.
En
el Centre Miró hay 22 reproducciones de cuadros de la primera época del
artista, desde 1914 a 1923, entre los que destacan: La casa de la palmera (1918), Mont-Roig: pueblo e iglesia (1919), La
masía (1921) o Tierra labrada (1923), además de un tapiz original de 1989: El lagarto
de las plumas de oro.
A lo
largo del año también se proyectan continuamente distintos documentales de
Miró: De un rojo encendido: Miró y
Montroig (1979) y Montroig: tornaveu
mironià (2002) de Martí Rom. Por último, el centro ofrece también la
posibilidad de hacer un recorrido por 9 lugares donde Miró pintó algunos de sus
cuadros y que se conservan todavía en perfecto estado.
Más
de 75.000 personas ya han pasado por este enclave para disfrutar de toda la
magia que aún desprende el pintor catalán.
- Edición periodista Jussara Maria Pires de Moura
- Imágenes cortesía de asesoría de prensa
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